Un viaje muy esperado (1era parte)

Pues finalmente regresamos mi marido y yo a Monterrey el pasado 28 de octubre y así, nuestras vacaciones terminaron.
Todo comenzó el jueves 18 de octubre. Salimos de Monterrey rumbo a la ciudad de México donde haríamos una escala de unas 4 horas y de ahí, partiríamos rumbo a la ciudad de los rascacielos....a LA ciudad....a Nueva York.
Mientras estuvimos en los aeropuertos nos tocó ver a Adela Micha (super exótica ella), a Jojojorge Falcón (es más feo en la TV) y a Jorge Ortiz de Pinedo (super flaco).
Los vuelos estuvieron muy tranquilos....sin contratiempo alguno. Llegamos a Nueva York como a las 10 de la noche.
Ahí tuvimos un percance que....me avergüenza decirlo, pero es la segunda vez que me pasa. No en balde el humano es el único ser que se tropieza dos veces con la misma piedra. Resulta que yo ya sabía que en NYC teníamos que tomar los taxis amarillos....pero, al salir a la calle del aeropuerto (llegamos al JFK)...me atonté gachamente, no vi los taxis amarillos, y se me acercó un hindú ofreciendo llevarnos por 80 USD a mi marido y a mi al hotel. Total, que lo pensé bien y dije, ok 80 USD está aceptable. Bueno, nos subimos...y al llegar al hotel, anda vete, que sale con que no eran 80 sino 120 USD más propina.....total, que le terminé dando 118 dólares al tipo.....y me dice luego mi marido...oye....¿porqué no agarramos taxi amarillo? Y yo..pues porque no había...y mi marido...había una fila del lado izquierdo...y yo......GRRRRRRR porqué no me dijiste???? No los vi nunca y pensé que no había......el maldito hindú se me puso del lado izquierdo de manera que yo nunca vi los taxis amarillos....bueno, hice rabieta porque me estafaron (es la segunda vez que me pasa, la primera fue hace 5 años de la misma manera)....pero agradecí que por lo menos no nos hubiera pasado nada más y que estuviéramos sanos y salvos en el hotel.
El viernes 19 de octubre salimos del hotel como a las 9 AM. Como yo ya conócía NYC y mi marido no, mi plan era mostrarle lo más que pudiera ese viernes, pues al día siguiente saldríamos en el tour hacia Canadá. Total, que desayunamos en un cafecito muy simpático que estaba a 2 cuadras del hotel. Algo que me llamó muchísimo la atención es que en casi todos los restaurancitos rápidos, quienes atienden, o quienes cocinan, o quienes limpian...son latinos. Así es. ¿Habrán encontrado realmente el sueño americano? ¿Estarán mejor que en sus lugares de origen? No lo sé, pero, sinceramente, espero que sí, que lo hayan logrado y que sus sueños se hayan cumplido.
De ahí, compramos nuestros pases para los tours en camioncito de dos pisos, de esos que te puedes ir subiendo y bajando en las paradas que tu quieras. Nos subimos. El día estaba algo nublado, pero parecía que no llovería sino hasta la tarde. Decidimos ir hasta Battery Park y comprar nuestros pases para subir al barquito que nos llevaría a la isla de la Estatua de la Libertad. Mi marido estaba muy emocionado. Subimos al barquito y nos tocó un super lugar hasta arriba del barquito. Pero...en eso...se vino un super aguacero que Dios guarde!! Tuvimos que regresar a la parte baja del barquito para no mojarnos.
Al llegar a la isla de la Estatua, corrimos hacia una tiendita de souvenirs y compramos unos ponchos. Todo mundo quería ponchos así que tuvimos suerte y alcanzamos dos. Llovía fuertísimo y hacía un viento super helado. Como es una islita pues claro que el viento pega más fuerte. Total que le dije a mi marido: "Ni modo. esta es tu única oportunidad para tomarte la foto con la estatua así que a loq ue vinimos". Yo ya tenía mi foto con mi hermana y toda la cosa, pues hacía 5 años que visitamos juntas la gran manzana. Pero esta vez, yo quería tomarme la foto con mi marido. No lo logramos, pues eramos los poquitos locos que nos anduvimos fotografiando y obvio que nadie quería retratar a locos ajenos, así que ni modo, sacamos nuestras fotos individuales. Ahí murió mi paraguas. Uno que yo había comprado en Monterrey muy lindo y moderno el. El viento lo mató.
Regresamos a tomar el siguiente barco hacia Manhattan otra vez. Una vez ahí, corrimos a refugiarnos a un Starbucks para comer algo caliente. Dejó de llover.
Terminamos de comer y justo al salir a tomar el camioncito otra vez comenzó a llover fuertísimo. El camioncito nos llevó hasta Rockefeller Center, donde nos bajamos y comenzamos a caminar por un rato, para luego ya ir al hotel a descansar un poco y a dejar nuestras cosas pues iríamos al teatro esa noche.
Y así fue. Por la noche, llegó el momento de ir al Teatro. Ah....ir a Nueva York y no ir a Broadway es como no ir a NYC. Yo había comprado boletos para ir a ver El Rey León desde el momento en que separé los boletos de avión. Encontré excelentes lugares. Honestamente, iba con pocas expectativas de la obra y sin embargo, debo decir que es la mejor producción teatral que he visto en mi vida. Es simplemente maravillosa. Yo no me imaginaba cómo podían trasladar al teatro una película de dibujos animados. Y bueno...lo logran excelentemente. No es por exagerar, pero cuando salen todos los animales al inicio de la obra...se los juro que lloré de la emoción. Está tan bien producida la obra. Los animales, realmente parecen de verdad. Los elefantes, los leopardos, las aves, las jirafas.....es increíble cómo logran caracterizar a humanos de una manera tan genial.
Salimos de la obra con un hambre tremenda...así que decidimos comer un pedazo de pizza en Sbarros. Teníamos mucha hambre así que fue lo mejor la comida rápida. De ahí, regresamos al hotel, que estaba como a unas 8 cuadras.
En el trayecto y como a 2 cuadras del hotel vimos que estaban filmando algo. Supuse que era algún comercial o algo así y nos quedamos un rato ahí en la calle viendo lo que filmaban en la acera de enfrente. Hasta que llegó a quitarnos una güerita de la producción que porque nuestras caras se reflejaban en el vidrio de enfrente....total que yo le pregunté que a todo esto, quién era la persona que estaba filmando pues pese a que lo veía, no alcanzaba a distinguir quién era. Ya nos dijo que era Terrence Howard, quien si mal no recuerdo, estuvo nominado al Oscar por Hustle and Flow. Ya lo viboree bien y pues sí, sí era el. Mi marido no tenía ni la más remota idea de quién era, así que me urgió a que nos fuéramos a dormir pues al día siguiente había que despertarnos muy temprano.
El sábado 20 comenzaría nuestro tour. A las 8 AM estábamos ya frente al hotel, esperando que el autobus en el que haríamos el tour pasara por nosotros.
Pero de eso, les platicaré en la próxima entrega.